52 participantes , récord absoluto en las encuestas realizadas en este blog , y una respuesta que ha ganado por encima del resto con mucha solvencia : 32 votos ( 61% ) para la opción que deben ser los padres quien tomen las decisiones , 7 votos ( 13% ) para los que piensan que deben ser los clubs los que tutelen estas decisiones y misma votación para los que creen que depende de la calidad del jugador . 4 votantes ( 7% )consideran que si deben intervenir intermediarios en fútbol base ya que son profesionales y por lo tanto son los que conocen las reglas del juego , 2 votos ( 3% ) para casos excepcionales y ninguno piensa que deben intervenir para sacar mas tajada .
Estoy de acuerdo con la mayoría de las respuestas y creo que absolutamente todas son lícitas y que todas son correctas . No obstante creo también que la figura del intermediario no la crea el jugador , ni el entorno del jugador , si no que es una necesidad de los propios clubs . Para mi la respuesta mas lógica es que deberían ser los propios clubs los que tutelaran la carrera del futbolista , y que los padres controlaran que el jugador recibe el trato adecuado y coherente que supuestamente debe recibir el jugador . Pero la realidad dictamina que el fútbol base hoy en día es un mercado , con reglas no escritas , con códigos de conducta y con relaciones humanas que condicionan el devenir de los acontecimientos . Un jugador bien representado tendrá oportunidades y caminos que no se abren si no hay contactos , y además cerrará acuerdos que los padres normalmente no sospechamos se puedan obtener . Logicamente hablamos de jugadores con solvencia técnica y que el representante pueda colocar , ya que para transacciones mas mundanas los tratos se realizan directamente sin mas promesas que la que el niño verdaderamente cuenta para el entrenador .
Cuando un jugador recibe una oferta por parte de un intermediario lo primero que deben tener en cuenta los padres es que el niño para él es un medio de ganar dinero , nadie lo hace por amor al arte . Ahí es donde los padres debemos tener el control suficiente de la situación para no caer en el error de vernos empujados a aceptar cosas que no benefician al niño .
La realidad de los clubs es que muchas veces delegan la función formativa por el resultado inmediato y que si un niño es válido este año puede que para el próximo ya no lo sea tanto , y para el siguiente incluso ya no les sirva . Conozco algún caso , y mas próximo de lo que se pueda pensar , de jugadores con representante en edad infantil-cadete que pactan con clubs cosas tan diáfanas y etéreas como los minutos de juego , torneos a jugar y posiciones . No nos engañemos , si un jugador entra en una estructura deportiva con 13-14 años , a coste mínimo ; y este jugador con 16-17 años ficha por otra estructura mas potente , el club recibe una plusvalía ( la FIFA así lo establece ) que hace rentable la inversión . Curiosamente estos casos siempre llevan el sello de algún conocido representante , que con una mínima inversión recibe unos suculentos beneficios . El jugador también saca tajada del tema , ya que tiene oportunidades que no se le presentarán de otra forma y si al final triunfa todos sacan algo .
La gran mayoría no tenemos estos problemas y tan solo confiamos en que el jugador , nuestro hijo , aprenda , juegue y compaginado con los estudios , triunfe a su manera ; y muchas veces se triunfa tan solo siendo feliz con lo que haces .
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