lunes, 12 de diciembre de 2011

Participar y competir

Imaginemos un equipo de fútbol base donde todos jugaran los mismos minutos , donde el entrenador dividiera los tiempos de participación sin medir las aptitudes de los jugadores y donde lo que importa es participación dejando en un segundo plano la competitividad , ¿ qué pasaría ? . Partiendo desde la base que este supuesto me parece utópico en edades un poco avanzadas , lo mas fácil que podría pasar es que el equipo no avanzaría mucho en su aprendizaje . Si un jugador juega lo mismo si su esfuerzo es mayor o menor , o si su aptitud hacia el deporte es mejor o peor , perdemos el principio básico que mueve la actividad deportiva cuando se compite : la competitividad . Así es , si la participación se mide por ser equitativo en el tiempo y por pertenecer al grupo , la parte competitiva pierde sentido . Hay quien cree que en fútbol base esta norma debe ser aplicada para dar igualdad de oportunidades , para que el jugador participe asiduamente y para que el fútbol esté encaminado en estas edades hacia una vertiente formativa pura . Creo que es una equivocación de concepto , ya que el deporte formativo nos debe preparar para la competición adulta , sin competición llega un momento que no hay motivación . Debemos conocer el nivel en el que podemos participar asiduamente , simplemente con esta pequeña regla la participación será mayor y posiblemente el aprendizaje también ; pero si queremos estar en un nivel al que no podemos llegar a tener una participación adecuada el estancamiento , la poca participación , la falta de oportunidades y al final la desidia puede ser el resultado de esta mala ubicación . Debemos estar en el mayor nivel en el que podemos participar asiduamente y no por pagar una cuota se debe exigir categoría , la categoría no se compra se consigue , y para estar en óptimas condiciones de juego cada uno debe estar donde pueda desplegar su talento con la tranquilidad que su esfuerzo verá recompensa .
Ya queda muy poco para que nuestros hijos , los de la generación del 96 , entren en la antesala del fútbol competitivo puro , la edad juvenil . Una etapa que los conceptos competitivos adquieren mayor revelancia y en la que muchos jugadores dejan de practicar este deporte al no poder adaptarse a la exigencia que representa esta edad . Además las tentaciones propias de la vida nos ponen distracciones que motivan mas tomar el camino del abandono , por esto el concepto de jugar donde uno se sienta cómodo resulta mas importante , ya que la motivación llega a través de conseguir satisfacciones personales y de grupo . Forzar situaciones en las que el jugador no participa , no llega al nivel competitivo o en las que no se encuentran medios de mejora puede inducir al abandono , último eslabón al abandono de la práctica deportiva , algo que debe ser tan importante como estudiar y/o comer .

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