martes, 24 de mayo de 2011

Generación del 96

Hace ya algunos años que nuestros hijos , los que nacieron en el año 96 , están dándole patadas a un balón mas o menos en competiciones de cierto nivel . Afrontarán en breve su segunda etapa cadete y por lo que oigo , leo y me cuentan esta etapa es una de las mas importantes en la evolución del jugador . Primero porque el cambio físico suele ser generalizado y se encuentran en los jugadores otras circunstancias paralelas al desarrollo físico , es decir jugadores que despuntan por su envergadura en edades mas tempranas suelen igualarse con el resto y el fútbol que cada uno tenga dentro empieza a tomar mucho mas protagonismo . También se toman en cuenta los cambios mentales en niños que ya tienen un cuerpo cercano a su desarrollo adulto y por lo tanto algunos mentalmente no se encuentran fuertes para afrontar exigencias fuertes , ya que hay otras cosas que toman interés en su vida y que logicamente aparecen con fuerza en sus vidas ( novias , vicios , amigos , fiestas ... ) . Hablando con gente de fútbol , personas que dirigen el camino futbolístico de jugadores de estas edades se encuentran muchas veces con el dilema de comprobar que muchos talentos se pierden por falta de implicación y de sacrificio , por lo que el giro que dan en sus vidas estos jugadores a veces les lleva a jugar a niveles menos competitivos o dejan el fútbol directamente . Todos conocemos algún caso , yo conozco varios , y lo que se trunca no solo es el futuro deportivo del jugador sino el trabajo de entrenadores , la implicación de padres y a veces la apuesta de representantes , con lo que la decepción suele acompañar a mas gente que al implicado . Bajo mi punto de vista , y en esto los clubs deberían tomar la delantera , falta un poco de estudio a nivel psicológico de las metas que necesita el jugador para progresar en su carrera . Posiblemente todos pensemos que tiene un jugador opciones de llegar a la élite y en cambio en la cabeza del jugador solo hay un deseo de disfrutar del fútbol sin ninguna mas pretensión . Los equivocados en este caso seremos todos aquellos que depositamos fe ciega en el jugador y en su desarrollo , ya que no habremos escuchado realmente al jugador . Esta duda la tengo yo y supongo que la tendremos todos , saber si realmente nuestros hijos afrontan la dureza de la competición de élite , en su edad , con el convencimiento de que la meta ( se llegue a donde se llegue ) es avanzar lo máximo en lo que podamos avanzar o la meta está en pasarlo bien, disfrutar y punto . Llevo varios días , con padres como yo , comentando posibles pases a equipos profesionales de sus hijos y la duda siempre está en convencernos que ese paso es realmente el apropiado para los intereses del jugador : En algunos casos estos jugadores tienen propuestas del extranjero , con lo que la exigencia se une a la distancia y al descontrol paterno en dominar la vida del jugador que pasa a ser tutelada por otras personas . La realidad es que es estresante , para la familia , para el entorno y para los que apuestan por nuestros hijos , ya que los intereses se cierran con dinero para nivelar las pérdidas afectivas con los progresos deportivos . No hace mucho hablando con un padre veterano en tener al hijo lejos de casa me explicaba que lo que peor llevaba era comprobar que el fin de semana no podía ver a su hijo en el campo , jugando , oliendo fútbol de cerca y que por lo demás el cambio mental de su hijo con respecto a sus avances en la vida como persona en cambio habían sido muy positivos .
Esta temporada hay varios traspasos de jugadores cadetes a equipos de élite , como cada temporada , y en todos hay una ilusión latente , algo en lo que hemos soñado todos aquellos que alguna vez hemos dado una patada a una pelota : triunfar . Pero ese triunfo se puede leer desde varios aspectos , uno literal , triunfar en el fútbol y vivir de este deporte ; otra lectura de este triunfo está en ser honesto con nuestro esfuerzo y positivizar la meta . Si llegamos a la élite bien , pero si no esta experiencia debe ayudarnos a la formación personal , por lo que jugar en la élite sin exigir seguir formándonos academicamente y en lo personal es un error que ha llevado a muchos al mas rotundo fracaso . Espero que esta generación del 96 , algunos que leen este blog sobre todo , puedan probar la exigencia de llegar a la cima y que realmente al final hayan aprendido que todo en la vida tiene un precio y exige un sacrificio pero que el premio al final siempre nos hará mejor persona .

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